Parque Nacional de la Isla del Coco

Los valores naturales de la Isla del Coco

Los acantilados de la isla del Coco son de origen volcánico; de hecho, toda la isla está constituida principalmente por los flujos de lava compuesta por andesitas y labocoritas. En cambio, los islotes que rodean la isla están constituidos principalmente por basaltos en forma de columnas. Todo este espacio sirve como importante zona de anidación de aves marinas, como gaviotas y bobos. Por otra parte, su fauna permanente proviene, en su mayoría de otras tierras del este del Océano Pacífico, el archipiélago de las Galápagos y el istmo de América Central. Una excepción serían algunos de sus corales, que proceden de las regiones entre el Índico y el Pacífico; pocos de ellos están relacionados con la provincia biogeográfica del Atlántico-Caribe. Como mínimo unas sesenta especies que viven en la isla son endemismos, algunas de las cuales se hallan en peligro de extinción. Afortunadamente, la abrupta topografía y la lejanía de la isla con respecto a tierra firme no favorecieron el establecimiento de asentamientos humanos permanentes, lo que, sin duda, ha evitado la destrucción de su fauna y flora naturales.

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